Sábado a la noche otra vez… el día se venía anunciando por ser unas de las últimas noches en Ámbar, mis amigos cayeron a casa con un Smirnoff de regalo. Simultáneamente que hacía de anfitrión de la pre, chateaba con Nicolitop. Pasamos un nivel al intercambiarnos los números de teléfonos, él quedó como “NIcolito Putito” en mi lista de contactos y yo “(mi nombre) hermoso jaja” en la suya.
Seguimos hablando por un par de horas. Más allá que él habla muchisimo, se nota el afecto y la sociabilidad característica de cáncer. Nuestra afinidad por la música dio de que hablar, continuos intercambios de links se veían por la ventana de la conversación. Las direcciones de YouTube con los mejores temas electrónicos adornaban todo su muro.
Pensé que el hecho de que nuestra charla fuera sumamente fluida la noche anterior se debía al vodka que él tomaba, como siempre digo el alcohol es un lubricante social óptimo. Pero en lo absoluto, Nicolitop era directo y confianzudo, sus frases eran muy concretas. No tenía miedo de decir que buscaba, como era. Ni siquiera se sentía mal con las cosas en las que no coincidiamos, tenía la mejor onda y parecía ser sincero con todas sus ideas.
Aunque claramente teníamos gustos similares nuestras ondas eran sumamente diferentes. Sus noches pasaban en Human, Cocoliche, Tequila, Rumi, Jet y todos esos tipos de lugares donde la gente va a mostrar su ropa y a lucirse en vez de bailar. A pesar de sus cortos dieciochos años tenía toda la noche encima, con sus contactos consigue free pass, tragos y hasta entrada para la Creamfields. Parecía tan extraño como alguien de la noche top tenga problemas para encontrar un chico que le gustara y lo más extraño que alguien tan top tenga sentimientos tan profundos y neuronas tan extensas.
Amo esas cosas de Capital, el prototipo se rompe continuamente. Aunque dejemos en claro que el corazón de Nicolitop es muy característico del cangrejo. Si querés un compromiso con alguien que te ame con locura y que sea fiel cáncer es una buena opción.
Sus invitaciones para que salgamos juntos o nos encontremos hasta para merendar cuando él esté nuevamente en Buenos Aires eran continuas. Dejaba notar su interés sin restricciones, algo muy maduro de su parte. Yo, por el contrario, como todo un profesor de la materia Chamuyo dejaba fluir nuestra charlas con bromas casi todo el tiempo y de hasta comportarnos como una pareja de años y “pelearnos” porque yo salía.
Una palabra más al diccionario nicolítico fue Chu. Mi nuevo apodo… o más bien la forma en que él se dirige a sus queridos. Al principio me asusté que me llamara con esos tipos de apodos tan cursis, pero en el diccionario de él todo tiene un diferente concepto.
Nicolitop me interesa: un gran personaje con todo su esplendor y bien extrovertido. Aunque me interesa mucho más descubrir su interior, todavía no entiendo bien esa dualidad de lo que parece a lo que es, pero no me quiero apresurar en mis conclusiones. Siempre que conozcas a alguien sacá el prejuicio de por medio sino vas a estar dando vueltas en círculos durante mucho tiempo.
