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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Aries 4: Calentando la pava para no tomar el mate


Después de un cumpleaños desgastador y excesivamente trastornante, necesitaba demasiado un abrazo y que me brinden cariño (irónicamente no recibí eso de regalo para los 21 años). Como el calendario marca Aries, mi encuentro con él fue dado:

Mediodía lluvioso, tapado hasta el cuello en la cálida cama, recibo una llamada de mi chico que salía temprano de la facu y pasaba por casa. Llegó empapado y raramente exaltado, traté de relajar el ambiente al pedirle ayuda para guardar un colchón. Observando que cada vez que nos veíamos era yo el que le daba el primer beso, decidí esperar a que esta vez él lo hiciera. Los 20 minutos más aburrido que pasé. No aguanté y fui, una vez más, el que inicio el traspaso de fluido bucal. Porque no fue mas que eso, “un beso para acceso a mi boca y que sepa que estaba autorizado al contacto labio labio”. O por lo menos es la idea que me transmite.
Después de varios besos solo nos recostamos en el sillón junto a la ventana para ver la lluvia. Reinaba una atmosfera de paz y silencio en el departamento. Me dormí en su pecho…entre dormido lo abracé fuerte. Me despertaron sus suaves besos que me daba en toda la cara, poco a poco fueron incrementando de intensidad hasta que nos envolvimos en pura pasión. Sin despegar nuestros labios y mirándonos fijamente empecé a tocarle su punto G, la excitación era tanta: Gemía, inclinaba la cabeza hacia atrás, su lengua estaba muy relajada en mi boca. Me levanté bruscamente lo agarré de la mano y con una mirada de pura calentura lo llevé a la cocina donde, al cerrar la puerta, empecé a sacarle el sweater, luego la remera (fue el único momento en que dejamos de besarnos). Mientras mi boca recorría su cuerpo, haciendo hincapié en sus pezones, luchaba con el cinto para bajar lentamente sus pantalones. Le chupaba su erecto pene al mismo tiempo que le sacaba por completo el pantalón. Estaba íntegramente desnudo sobre la mesada, yo en cambio con toda la ropa. Me alejé 30 cm para verlo por completo y admirar su atlético cuerpo. Su mirada era una mezcla de calentura y amor. Podía ver su alma a través de esos ojos. Cuando me acerqué, él automáticamente cerró los párpados y arrimó su boca para darme un beso, yo lo frené, me miró fijamente (esta vez desconcertado) y le dije muy suavemente: “vestite así tomamos unos mates”. Se quedó mirándome con una leve sonrisa en sus labios y reaccionó cuando puse el agua a calentar.
Fue muy gracioso….para mí, pero no podíamos hacer nada. Mi amiga estaba en la otra habitación.
Algo ofendido pero con una risa que decía “soy un tremendo boludo” se vistió y tomamos esos descolgados mates. La recompensa fueron unos hermosos besos con Scar Tissue de fondo.


Fue un dia mágico, sentí esa cosa linda dentro mio. Quizás la lluvia ayudó mucho. Pero no quiero que se enganche, yo no estoy seguro de lo que quiero y hacerlo sufrir es algo que quiero evitar rotundamente. Alguien tan puro se merece lo mejor.

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